Hoy tocaban tres puertos con dos cimas míticas: Tourmalet y Luz Ardiden. Que ganas tenia de hacer esa etapa.
No sé como explicarlo. Puede haber cimas más duras, o más bonitas, pero estos dos puertos tienen una magia que no se puede comparar, creo que cualquier profesional que se precie, tiene ganas de lograr ser el primero en coronar algunos de estos colossos, como ha sido el caso de Laiseka en aquella etapa del tour en 2001, cuando ganó la etapa con llegada en el alto de Luz Ardiden. Así que yo, como aficcionada y globerilla, tenia unas ganas tremendas de "sufrir" en mi piel y mis fibras cada metro de cada km de esas ascensiones.
Despues de la rutina diaria: desayuno, maleta, charla y grupeta hasta pie de puerto, empezamos a subir el primer: Col D´Aspin. Casi 13kms sin gran dificultad pero temerosos y ahorrando para lo que viene despues. La subida del Tourmalet es dura y todos la respetamos, ademas, con el calor que hace hoy, la cosa se puede poner muy complicada. Casi ha ido el peloton entero juntito y a un ritmo muy cómodo, lo suficiente para que me atreviera a sacar la camera de fotos en marcha y pillar el peloton pasando por algunos tramos con el asfalto todavia lleno de pintadas:
En el alto, la foto de rigor:
A partir de ahí la cosa se pone seria. Bajamos hasta el pueblo de St.Marie de Campan y nos preparamos para enfrentar el Tourmalet.
Los 5 primeros kms son suaves, casi como para dejarte calentar las piernas para lo que viene a seguir: 4 kms que no bajan del 8% de media y luego 7 kms que no bajan del 9% de media para por fin, llegar al ultimo km con una media del 7,5%. Hablar de medias es como intentar explicar un orgasmo con numeros. Un km puede tener una media del 8% y empezar la primera mitad casi llaneando, entonces es cuando te acojonas pensando en lo que te espera adelante para que ese km alcance la media informada al principio. Algunos tramos pueden tener media de 9% pero con unos rampones de 12 o 13% para dejarte KO.
Hacia calor. Mucho calor. El granito "porculero" que me lleva molestando desde ayer no se deja olvidar y fue en esa subida donde más hizo acto de presencia. No podia sentarme, cualquier posicion encima del sillin me hacia pensar que me estaba sentando en un banco con pinchos. Entre el calor y el p*to grano me voy acordar de esa subida durante mucho tiempo. Pero voy haciendo, apesar del contratiempo, voy bien de piernas y no me puedo quejar, voy tirando poco a poco, controlando el ritmo y las pulsaciones. Creo que el calor me fastidia más que nada. Empiezo a notar que me acerco a la Mongie. Sé que a partir de ahi "sólo" quedan 4 kms. Hace mucho calor y tengo el bidon mas caliente que un termo de café. En la Mongie veo algo que parece una fuente y pienso en parar para coger agua fresca, pero resulta que no lo es. En ese tramo me adelantan dos, Jose Luis y el "lehendakari" (jeje), y cuando les digo que tengo ganas de pararme a tomar una coca-cola HELADA, me animan a seguir adelante, dicen que ya queda poco, que no me pare ahora.
Les hago caso y sigo, pero más adelante veo a Raul que lleva uno de los camiones y le pregunto si tiene agua, me ofrece una botella(gracias Raul), con la cual acabo de llenar el bidon y sigo adelante, pero ya he perdido a los otros dos de alcance asi que sigo sola mi escalada.
Por fin empiezo a ver los coches de la gente que sube hasta alli (es como un sitio de peregrinacion), tambien veo al camion de avituallamiento. Me animan y dicen que suba 100mts más para coronar. Me pongo de pie y gasto las ultimas calorias para por fin coronar por primera vez en mi vida ciclista un coloso llamado TOURMALET.
Cuando en 1910 el Tour de Francia incluyó por primera vez el Tourmalet, el primer vencedor en coronar esa cima fue Octave Lapize. Todavia no estaba asfaltado, y sobre un terreno de piedras y tierra, tuvo que alternar tramos de pedaleo con la carrera a pie. Tuvo una ventaja de 500mts sobre el segundo: Garrigou, que no bajó de la bici en ningun momento. Sus declaraciones a la organizacion sobre la dureza del puerto, pasaron a la história: "Sois unos asesinos".
En el mitico bar de la cima, toda la decoracion está repleta de imagenes del tour, antiguas bicis utilizadas en la carrera, fotografias epicas y recuerdos de todos los tipos.
Estuvimos un buen rato alli, tanto fuera, disfrutando del paisaje, como dentro del bar, tomando una deseada coca-cola (algunos se lanzaran a por cervezas y txupitos), hasta que Biktor nos recordó a todos que todavia quedaba otro mitico: Luz Ardiden.
Bajamos al pueblo de Luz St.Sauveur donde teniamos alojamiento. Luz Ardiden era opcional así que algunos se fueran directo al hotel, mientras los demas empezamos a afrontar estos 15kms de subida hacia el cielo.
Subir el Luz Ardiden en buenas condiciones me recordó un anuncio de control: "Tardaras mas...y llegarás más tarde". Pero Diosss como disfrutas. Cada curva, cada rampa, cada mirada al horizonte para ver el cielo, las montañas que nos rodean.
Las primeras rampas son durisimas, pero como vas pasando por casas se hace muy entretenido. Hasta que te metes de lleno en la carretera y ya no hay distraciones. En algunos tramos buscaba sombra, aunque tenia que ponerme al lado izquierdo de la carretera y atenta por si venia coche para volver a mi carril. Asi fui salvando kms y kms. Luego se acaba la parte cerrada de la carretera y empiezas a escalar la serpiente. Si, porque es asi como se debe de ver desde muy arriba, el ciclista es como una hormiguita que intenta llegar de una punta a otra de una serpente.
Pero apesar del cansacio acumulado, me sentia bien de piernas, el granito "porculero" seguia ahí, pero me habia acostumbrado con el dolor y ya me daba igual. Además la adrenalina de estar allí, de sentir en mis piernas las sensaciones que habian tenido antes tantos otros ciclistas, profesionales o no, subiendo aquellas curvas y derrotando "La serpiente", me ponia los pelos como escarpias y me sentia como Dios. Creo que un fanatico religioso sentiria lo mismo si tuviera oportunidad de tener en sus manos el santo grial o cualquier objeto sagrado. Yo tenia la oportunidad de en un solo dia, vencer dos monstruos sagrados en la historia del ciclismo.
Cuando por fin decidimos bajar de vuelta al pueblo, la bajada se me hizo mas larga que la subida. Segun iba descendiendo, veia algunas rampas muy duras y con bastante pendiente que no recordaba que me hubiera costado mucho subirlas. Creo que eso es muy buena señal.
Unos kms de bajada y nos encontramos a Pedro que va a su ritmo, además se pára a coger fresas el tio. Ese si que sabe. Ha disfrutado más que muchos. Le dejamos un poco de agua para llegar hasta arriba ya que no hay fuentes y seguimos camino al hotel.
Y ahora tocaba lo mejor, disfrutar de algunas cervecitas con algunos compañeros y comentar las jugadas. Ya en el bar del hotel antes de la cena nos trincamos unas 4 cervezas cada uno....sin contar lo de despues de la cena. Creo que mañana tanto zumo de cebada me pasará factura. ya veremos.
Gracias por lo que me toca guapa, jejeje. Muy ricas las fresas, por cierto. Lo que no dices en ningún momento es el ritmo infernal con el que subías todos los puertacos, so modesta.
ResponderEliminarNoe, los que te pasamos subiendo Tourmalet fuimos Iñigo Ibarretxe y yo (Jose Luis Medranda). Buscabas tu Coca Cola fresquita en La Mongie. Nunca se me olvidará la subida a este puerto, todo el rato de charleta. Gracias a eso luego pude dar un poco mas en Luz Ardiden. Etapa reina fantantista.
ResponderEliminarGracias Jose Luis, ya lo he arreglado. Con tantas etapas y tantos "adelantamientos", ya no recordaba quienes fueran los que adelantaran en ese tramo.
ResponderEliminarYa falta poco para acabar la cronica.